A lo largo de la historia hemos visto cómo los grandes líderes han manejado eficazmente las emociones para motivar a sus seguidores, logrando movilizaciones de masas en forma increíble. En este caso nos concretamos a analizar la relevancia que representa para el líder identificarse con su potencial emocional, de tal forma que cuando se da paso a sus emociones estas generan resultados positivos.
Así pues, basándose en una sólida investigación que recoge la experiencia de miles de directivos enfrentados a las situaciones más críticas en el desempeño de sus responsabilidades, y en los datos proporcionados por los últimas descubrimientos de neurología moderna, Goleman, Boyatzis y Mckee; dan forma a una obra focalizada en el liderazgo, basado en la aplicación de la inteligencia emocional y la manera de aprender a ejercerlo.
En su libro "El líder resonante crea más", los autores explican de qué manera el sistema límbico -también llamado cerebro emocional- influye en nuestra vida en mayor medida que la corteza -parte racional del cerebro- y por qué el estado de ánimo de los líderes tienen un efecto tan profundo en las personas a las que lideran. La tarea fundamental del líder es despertar los sentimientos positivos de sus subordinados y ello ocurre cuando un líder produce resonancia o sintonía.
Para Goleman, Boyatzis y McKee la clave del liderazgo resonante se asienta en las competencias de la inteligencia emocional que posean los líderes, es decir, en el modo en que gestionan la relación consigo mismo y con los demás. Explican por qué el liderazgo emocionalmente inteligente alienta la resonancia y, aumenta el rendimiento de personas, equipos y organizaciones. Los autores presentan en el libro un modelo en el que señalan la existencia de cuatro dominios fundamentales de la inteligencia emocional –conciencia de uno mismo, autogestión, conciencia social y gestión de las relaciones- que se divide a su vez en dieciocho competencias.
En el siguiente gráfico presentamos esas competencias del liderazgo en relación a los cuatro dominios mencionados anteriormente.

Hola a todos y todas!...
ResponEliminaSi se habla de Inteligencia Emocional, lo cual hace ya algunos años que las organizaciones lo tienen en cuenta entre sus directivos, pues también se podría introducir un concepto interesante: LIDERAZGO PARA LA EXCELENCIA, es decir, "Son los individuos, no las organizaciones, quienes crean la excelencia. Cada uno con su combinación única de cualidades, quía a los demás por el camino de la excelencia y fomenta con atención a los que habrán de empuñar los mandos en el futuro. Para esta crianza de futuros dirigentes, el mentor procura transmitir tanto sus dotes estratégicas como su "olfato" para la creación de firmes tradiciones de empresa (...)", en este contexto se pude visualizar claramente tres aspectos: INTELIGENCIA EMOCIONAL, CULTURA DE EMPRESA Y LIDERAZGO SOSTENIBLE y se observa como se interrelaciona para conseguir la excelencia empresarial.
Un saludo... Mercedes Bernal Romo